
Me había afianzado en el poder que te otorga lo material. En la grandeza que te confiere el hecho de poder decir: tengo 24 años y ya cuento con un titulo universitario, un auto, el 90% de la ropa que quiero en mi ropero, un celular touch, la cuota del gimnasio paga… y la dignidad de un trabajo que me hace sublime frente a cualquier cosa de la vida. Los amigos de siempre y la vida en su perfecto, derecho, estructurado camino.
Entonces… un día… un alma que caminaba despistada por el mundo, estiró el brazo, se arremangó para ver la hora y en el impulso rozó, casualmente… la estantería
y en el piso, todas las partes lucen exactamente iguales. Sin distinción de qué o cuál era de característca transitoria o permanente.
Resplandor. Brillo que ciega. Bronca. Llanto. Tristeza. Comprensión.
Me había aferrado a un aparato, a un montón de fierros que me llevaban a donde quería ir pero, fíjense qué curioso… no me aferré al echo de saber que tengo dónde ir! Que puedo conducir!
Me preocupé porque ese auto era de mis abuelos, y lloraba mientras lo veía quemado, chocado, casi irreconocible… y no me fijé que aún tengo a mis abuelos!
Que suerte! Me robaron el auto! Y empezé a valorarlo todo.
Qué suerte! Tengo más amigos de los que había contado, gente que se conmueve por mi “desgracia”
Qué va a ser una desgracia..? si cuento toda la gracia que me dio conocer las personas que conocí por no tener auto, por andar en taxi, por volver al colectivo donde lo que abunda es la gente que valora la vida. La gracia de salir con una amiga en un Torino, que se nos pinche una goma, reirme, reirme, reirme y verla reir!
Qué suerte la mía! Volver a la magia de caminar, con los auriculares puestos, y sacar fotos, y volver a empezar cuando recién estaba empezando.
Qué suerte, me di cuenta, antes de que fuera muy tarde que no tenía nada porque parecía tenerlo todo y lo mucho que brilla la vida sin nada, con todo lo que necesito: libertad, amor, mi risa, un poco de ingenio y las personas que sigue trayendo el camino.
No hay desgracias con suerte. Simplemente hay suerte, de estar vivos y vivir las cosas que tiene la vida, que no siempre son buenas, bonitas o baratas.
3 comentarios:
Amiga, hermanita postiza, siepre estare a tu lado teniendo o no vos el auto, la vida continua, no necesitas de lo material para ser feliz, te quiero un montonaso, Flavio
Qué suerte, me di cuenta, antes de que fuera muy tarde que no tenía nada porque parecía tenerlo todo y lo mucho que brilla la vida sin nada, con todo lo que necesito: libertad, amor, mi risa, un poco de ingenio y las personas que sigue trayendo el camino.
Muy bueno chainita ! =)
muy bueno emi, tenes mucha razon en todo lo que decis y es bueno que te des cuenta a esta edad que lo material ayuda pero no es lo mas importante, sino saber disfrutar lo que tenes y con las personas que tenes a tu lado.-
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