Dos amigas en un café, con barbijo, sin tapujos.
- A ver, hablemos claro, porque en lo que mi mente de pez puede recordar, nunca tuviste miedo a las aventuras. Nunca tuviste miedo de ser lo que se te daba la
gana de ser. Tu mente en sí misma es una aventura en constante creación, que
abraza y saborea el proceso de encantar.
Muy en el fondo, vos y yo sabemos que es la adicción a sentir el amor que te rodea y el plauso que te encanta. La estela brillante que deja el sabor de sentirse admirado.
¿Desde cuándo importa tanto? Vos naciste con esa virtud, y como siempre te digo, las personas “Somos” para lo malo y para lo bueno, lo que somos y lo que vinimos a ser y a dar.
Vos me podrás decir muchas cosas, y está bien, te acepto, pero te voy a decir lo que yo veo de afuera: Sos un ser de luz hermoso, que con el poder de una sonrisa te reprograma, que se alinea con la belleza del universo y ni se peina.
Haceme el favor, déjate de joder, Date la oportunidad de amarte y aceptarte como sus, te aseguro que cuando lo hagas, el mundo entero se va a enamorar de vos, y lo mejor de todo amiga, no vas a tener que hacer nada más que ser quien sus.
Bueno ¿vas a decir algo…? Ya sabès que no me gustan los monólogos y además se me enfría el café.
